Y es que
vacaciones, lo que se dice vacaciones con un peque de 2 años no son tal... Y me
refiero al concepto de vacaciones asociado a estar tirado en la toalla de la
playa, leer plácidamente hasta que te apetezca, darte un baño relajante en el
mar o la piscina sin pensar en nada mas, visitar lugares por lejos que estén y
todo sin necesitar planificación previa... El concepto de vacaciones para mi ha
cambiado, y ¡ojo! que no es para peor, simplemente diferente. El tener a mi
niño no me ha limitado en cuanto a ganas de salir, viajar, conocer sitios
nuevos, pero si han pasado a un segundo plano mis propios intereses. Hemos
pasado de un hotel con buen ambiente y comodidades, a un apartamento donde no
hay horarios y a ser posible situado cerquita de lugares
"infantiles". Quien dice infantiles dice, parque de bolas,
colchonetas, columpios, amplias aceras y sin peligros en la carretera. De
terracitas chil out a restaurantes con menús infantiles y con tronas por favor
;). De levantarte a partir de las 11:00, a estar a las 08:00 en pie y con las
pilar cargadas para recibir a tu peque dando saltos en la cama. En definitiva,
estar preparado para un ritmo que marca siempre tu hijo y tener la mente
abierta para lo que vaya surgiendo. Y eso, os aseguro, cansa mucho... He
llegado de vacaciones contenta, relajada, pero descansada, lo que se dice
DESCANSADA, nooooooooooo. Necesito otras vacaciones para descansar de estas
vacaciones.
Y es que
todo va cambiando: El primer año que nos fuimos con él siendo un bebé fue muy
especial, todavía tomaba el pecho así que no había mucho problema en cuanto a
organización de comidas, además como se portaba muy bien podías dedicar mucho
tiempo para ti mientras dormía, ya que comer-dormir-pasear, eran sus actividades
principales. Esto permitía que pudiéramos mantener planes de adulto con alguna
limitación, pero encantados de la
vida. El segundo año, ya sabía andar pero iba mucho tiempo en
la silla de paseo, por lo que podíamos movernos con libertad y llevándole por
donde queríamos. El tercer año, este (¡como pasa el tiempo por Dios!), no solo
anda...corre, salta, y de silla ni hablar. Así que a la hora de ir a los
sitios, si no era en el coche, que intentamos limitarlo al máximo, íbamos
andando con él. Y ¿que implica?, que si de normal tardas 10 minutos en llegar a
la panadería de al lado, ese recorrido tan simple puede ser una gran aventura
para él, tooooooooooodo le llama la atención y a cada paso pregunta estrella:
"¿esto que es mamá?" y así con cada cosa que se pone en plano.
Conclusión: 10min = 1hora. Paseo rápido a la panadería= Excursión con aventura
incluida (búsqueda de hormigas, mariquitas, hasta elefantes...)
Si os tengo
que resumir como ha estado, tengo que empezar por decir que muy parlanchin. Ahora
habla claramente y conversa con fluidez frases cada vez mas largas. Se sabe
canciones enteras, y cuando digo enteras es literal. A veces pienso que ¡tiene
mucha más memoria que yo! Alucino. Avances en cuanto a madurez, entiende
perfectamente cada situación y cuando le hablas en un tono u otro, se adapta a
todo. Muchas veces cuando me enfado porque ha hecho una de las suyas, o empieza
una rabieta, le miro seria y me mira con ojos de no haber roto un plato. Ha
aprendido a decir " Yo no he hecho nada" cuando tira algo o cualquier
travesura. Es un pillo. Ahí si que no valen miraditas... algún grito que otro
se escapa. Y el avance mayor es que ya
controla Pis y Caca ¡¡Prueba superada!!. Con el chupete hemos retrocedido
un poco, porque no lo usaba y ahora a veces lo pide para dormir aunque luego se
lo quite. También en algún berrinche cuando ni papá ni mamá le consuelan porque
se ha portado mal. Con la fruta vamos ahí ahí. Los zumos de naranja los toma
bien, la pera a trocitos si está dulce también la toma, pero sigue costando.
Y bueno,
retomando el tema de las vacaciones, que me enrollo como las persianas (prometo
post mas cortitos), ha disfrutado de playa y pueblo. En la playa ha disfrutado
del mar, y de la piscina.
Ha terminado el verano nadando ya solito con los manguitos.
Se ha aprendido una forma de nadar peculiar, en vertical, y ha pasado de tener
que estar a su lado continuamente al “¡¡YO SOLO MAMÁ!!”. Tengo previsto
apuntarle a matronatación que seguro le irá genial. El mar le asustaba al
principio algo más. Como el tiempo no ha acompañado mucho este año, a veces
había olas y no le hacía mucha gracia, al final perdió el miedo y disfrutó
muchísimo. En el pueblo, ha vivido muchas aventuras, tenía mucha libertad, y me
parecía increíble pensar que hace años era yo la que estaba ahí correteando por
las mismas calles y plaza. Ha visto todo tipo de animales, gallinas, cerdos,
caballos, ranas, ha montado en burro...lo ha pasado genial. Para colmo, ha
estado con sus abuelos y titos que le adoran, así que ha recibido cariño y
mimos por todos los lados. Y ahora vuelta a la rutina...
Empieza su
último año de guarde...pero eso es ya otro tema...
¡¡¡Hasta pronto!!!
Comentarios
Publicar un comentario
¡¡Gracias a tu comentario, por pequeño que sea, nuestro Blog se hace más y más grande!!