Con el verano llega el calor y la deshidratación… ¡Cuida a tu hijo!

Durante los períodos de mucho calor, tanto adultos como niños sudamos más, ya que aumenta nuestra temperatura corporal. Cuando sudamos, eliminamos agua por los poros, y por tanto es necesario reponer esa pérdida para evitar la deshidratación.
El
agua ocupa un 71% de la superficie de nuestro planeta y es el principal componente del organismo humano; un 60% del cuerpo de un adulto y un 75% del cuerpo de un niño son agua. Estos datos son más que suficientes para entender que el agua es imprescindible para la vida humana.
Nuestro cuerpo pierde cada día entre 2,5 y 3 litros de agua, a través de la orina, el sudor y la respiración, y esas cantidades son aún mayores si se realiza ejercicio físico o si estamos enfermos. Por lo tanto, ¿cómo devolvemos esa cantidad de líquido extraviado a nuestro organismo? La respuesta es fácil: bebiendo el agua necesaria y suficiente, más aún cuando sólo entre el 20% y el 30% del agua total que ingerimos al día proviene de los alimentos. El resto hay que beberla directamente.
Cuando no conseguimos reponer toda el agua que hemos perdido durante el día empieza el proceso de deshidratación. Nos empezaremos a sentir más cansados, nuestra memoria y nuestra concentración se verán afectadas, y el corazón tendrá que hacer un sobreesfuerzo para trabajar correctamente. Todos estos síntomas pueden derivar, incluso, en la necesidad de asistencia médica.
Debido a que los riesgos y los efectos de la deshidratación pueden ser devastadores, es fundamental concienciar a los más pequeños de la importancia de una hidratación correcta y del consumo de agua; sobre todo en verano, ya que nuestro cuerpo pierde más agua debido a las altas temperaturas. En este sentido, el agua también ayuda a regular la temperatura del cuerpo, eliminando el exceso de calor.
Entonces, ¿qué debemos hacer para hidratarnos correctamente y recuperar el agua que hemos perdido durante el día?
-         Los adultos deben beber alrededor de 8 vasos de agua al día, mientras que los niños cerca de 6.
-         Nunca debemos esperar a tener sed para tomar agua, ya que eso quiere decir que el proceso de deshidratación ya ha empezado.
-         Debemos beber agua en cada comida del día.
-         Si vamos a realizar cualquier tipo de actividad física, debemos ingerir agua antes, durante y después del ejercicio.
-         Deberemos tener siempre una botella de agua a mano, sobre todo para los más pequeños y en momentos de más calor. Es mejor si los niños se llevan una botella a la escuela, de excursión, al parque, a la piscina, etc.
-         En casa, una opción interesante es guardar, siempre en el mismo sitio, una botella de agua para que los más pequeños se puedan servir cuando quieran.

Fuente: 
Instituto Agua y Salud

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