¿Qué hago? ¿Llevo a mi bebé a urgencias?


Con un bebé en casa que no sabe indicar qué le pasa ni dónde le duele, y unos padres primerizos que viven en una incertidumbre continua, cualquier cosa que afecte a la salud del niño puede generar una angustia tremenda y terminar, muchas veces sin necesidad, en un servicio de urgencia. Evidentemente, los padres no lo hacen para pasar el rato. La angustia, la impotencia y la duda de que algo malo le sucede al niño suelen ser las razones de buscar ayuda médica a la hora que sea.
QUÉ SE ENTIENDE POR URGENCIAS
Para no parecer exagerados, conviene saber que en urgencias se establecen cuatro grados de prioridad.
El primero corresponde a los casos de coma, shock, accidentes de circulación, falta de respiración o parada cardiaca. Estas situaciones precisan un servicio médico en los primeros minutos de producirse el episodio.
El segundo grado son las dificultades importantes de respiración (crisis de asma súbita, broncoespasmo, etc.), que precisan intervención médica en menos de 30 minutos.
El siguiente nivel lo forman las urgencias no vitales, en las que hay una enfermedad o padecimiento grave (intoxicación, invaginación intestinal, fractura, herida importante, etc.).
Y por último
están las urgencias que corresponden a enfermedades corrientes, pero que se presentan de forma aguda (tos cavernosa, otitis aguda, bronquiolitis, etcétera).
Pero además, también tienen en cuenta otros factores, como la edad del niño: una tos constante y una fiebre de 38 ºC en un recién nacido son síntomas más graves que una fiebre de 40 ºC en un niño de 3 años, que puede tener una amigdalitis.
Otro de los factores a valorar es el cambio en el comportamiento del pequeño. A veces, los menores de 2 años no manifiestan su malestar con grandes llantos, sino todo lo contrario, con apatía: no quieren que los muevan ni que los cojan en brazos, no quieren jugar, están postrados, presentan somnolencia continua y rechazan el alimento y el agua. 
Ante estos síntomas, si no encuentras a tu pediatra, sí debes llevarlo a urgencias y explicar bien la situación.
Tras los accidentes domésticos, los traumatismos y las heridas sangrantes, la fiebre alta, los problemas intestinales y las dificultades respiratorias del niño son las razones que con más frecuencia llevan a los padres a urgencias.
CUESTIÓN DE TEMPERATURA


La fiebre alta suele causar gran alarma, pero antes de salir corriendo hay que calmarse e intentar bajarla (salvo que sea un recién nacido, en cuyo caso sí es una urgencia). 
Lo primero es quitarle la ropa, déjalo media hora con el pañal y unos patucos.

Comprueba que la temperatura de la habitación no es elevada. Después hay que ofrecerle un jarabe antitérmico tipo paracetamol a la dosis que os haya indicado anteriormente su pediatra, respetando el tiempo entre toma y toma. 
Si nunca ha tomado antitérmicos, hay que pedir cita al médico para que averigüe la causa y paute la medicación. Otra forma de bajar la fiebre es ponerle paños o mojarle con agua tibia la frente, la nuca, las muñecas y las ingles.
En 35-40 minutos hará efecto el antitérmico. 
En cuanto puedas, pide cita con tu médico. Si te pilla a horas intempestivas, la fiebre no baja y el estado general del niño no es bueno, acude a urgencias.
La fiebre puede ir acompañada de dos molestos contratiempos. Uno es la deshidratación: dale a tu hijo agua, zumos o pecho cada poco tiempo para reducir el riesgo, ya que una temperatura alta mantenida puede originarla. Otro compañero indeseable pueden ser las convulsiones. 
No surgen siempre ni hay un tope de temperatura establecido para que aparezcan, pero si se presentan debes mantener la calma y no hacer nada, salvo evitar que el niño se golpee o se caiga. 
No le pongas nada en la boca. 
La convulsión se pasará en un par de minutos. Una vez finalizada, el pediatra debe ver al niño para establecer las oportunas medidas preventivas. Las convulsiones, auqnue aterren a los papás, no son una urgencia médica y puede valorarlas su pediatra.
SOBRE LA FIEBRE
Es importante que cuando te enfrentes a este síntoma tengas claros determinados datos.

Qué es fiebre
-         Hasta 37,5 ºC. Se considera febrícula y no es preocupante ni precisa fármacos (salvo que afecte a recién nacidos o, a cualquier edad, si se mantiene todos los días).
-         De 38 ºC a 39 ºC. Es fiebre moderada. Tienes que tratarla con los fármacos que haya indicado el pediatra y acudir a su consulta.
-         De 39 ºC en adelante. Se considera fiebre alta, es obligatorio bajarla y se impone ir al médico.
-         Cómo medirla
Con un termómetro. Las temperaturas anteriores se han establecido para la toma de la temperatura en la axila. Si lo haces en el culete aumenta medio grado cada una de las categorías; si la mides en el oído o con un termómetro sin contacto sigue el rango del fabricante.
Grupos de edad febril
-         En recién nacidos y hasta 3 meses la fiebre es más preocupante. Si tiene alta la temperatura y no es por calor ambiental, por su biberón o por una vacuna reciente, destápalo; si en media hora no baja de 37,5 ºC, llévalo a urgencias.
-         De 4 a 12 meses forman el grupo de lactantes; de 1 a 3 años son bebés o niños de corta edad y de 3 a 12 años, niños.
-         Apunta en la caja del antitérmico la cantidad indicada por su médico. Si no te acuerdas, lee el prospecto y ten en cuenta la clasificación.


FUENTE: crecerfeliz.es

Comentarios

  1. Bueno, lo en urgencias vemos de todo... yo daría para muchos post con cosas que vienen a urgencias, ah lo de las intoxicaciones, depende que intoxicación también es de correr... y a lo del tope de fiebre para las convulsiones he visto de todo, algún día te contare

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    1. Yo también cuando trabajé en urgencias vi de todo...que guay compartir experiencias!! Tengo ganas de que nos anuncies tu positivo ;)

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  2. Ufffffffff en casa le tenemos pánico a la fiebre porque UPMF cuando era pequeño llegaba a 42º y a convulsionar y siempre nos dijeron que tuviéramos cuidado con UBMF por si le ocurría lo mismo.

    Me parece muy interesante esta información que nos das.

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    1. Mi peque nunca ha llegado a tanto, y te confieso que también me da terror cuando pasa de 40º ...
      Gracias por compartir tu experiencia guapísima!

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  3. ainnsss tengo que admitir que he ido a urgencias con Iris en cuanto le he notado algo de fiebre o catarro y aunque para mí no hubiese ido, para ella sí porque me asusta mucho que pueda pasarle algo y no darme cuenta. Cuando es mi propio cuerpo como que se mejor lo que me pasa, pero con ella prefiero pecar de precavida que no lamentarme.
    Otra cosa a tener en cuenta es que la última vez que Iris tuvo fiebre por la noche, saqué cita para el médico y me daban para 5 días, así que claro a mi parecer no me quedaba otra que acudir a urgencias o esperar a ver si se ponía peor.

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    1. El tema de las listas de espera merece una mención aparte... En mi caso, como la pediatra del centro de salud no está en fin de semana y en el centro de especialidades de urgencias solo hay médicos de atención primaria (no pediatras), he optado por acudir al hospital aunque la cosa no fuera excesivamente grave (no está bien, lo se, pero confío mas en un pediatra que en un MAP)

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  4. Que post más útil!!! Ojalá lo hubiera encontrado hace unos años. Yo soy de las que enseguida estaba corriendo a urgencias con el bebé. Soy muy exagerada y no lo puedo evitar. Menos mal que mi pediatra ya me conoce y sabe de sobra como tranquilizarme :D

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    1. No eres exagerada.. eres madre!! jiji y a la mayoría nos sale esa vena exagerada con nuestros hijos, que no con nosotras mismas u otros niños...Tener un pediatra de confianza es lo mejor!!
      Besos

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