Tenía muchas
ganas de escribir este post y ahora no se como empezar…
La cuestión
es que me siento muy afortunada por tener los padres que tengo y de alguna
manera quería plasmar en una entrada, todo lo que significan para mí…
Jamás pensé
que me sorprenderían tanto en su nueva faceta de abuelos, pero de eso os hablo un
poquito mas adelante. Prefiero empezar contando como se fue desarrollando mi
infancia a su lado.
Recuerdo a mi padre, paciente y cariñoso. Me parecía la
persona mas lista del mundo…¡¡Lo sabía todo!! Yo era una preguntona y me
encantaba saber que podía consultarle lo que fuera, hasta lo más tonto, que
siempre me iba a dar una respuesta convincente y a enseñar cosas importantes. Y
es que desde muy pequeñas, tanto a mi hermana como a mí nos inculcó la
importancia de aprender cosas. Nos enseñó a leer antes de ir al colegio, en
clase no recuerdo bien, pero tengo en la memoria que cuando la profe enseñaba
algo nuevo a veces yo ya lo sabía, y
pensaréis que me aburría... pero no, me motivaba a aprender más, a superarme. Y el
saberlo costaba esfuerzo, por nuestra parte y por la de mi padre. Recuerdo en
las siestas del verano tener siempre un ratito con él leyendo, y por las
mañanas levantarnos a “leer la cartilla” y luego ya salir a jugar o lo que
quisiera. Nos inculcó el sentido de la responsabilidad, nos motivaba con
refuerzo positivo cada vez que conseguíamos algo y nos enseñó que las cosas
cuestan, y mucho… pero luego todo tiene una recompensa.
Mi madre… es todo corazón. Suena mal decirlo,
pero recuerdo muchas ocasiones en las que pensaba siendo una niña “mi madre de
buena es tonta”, en el buen sentido claro… Porque me daba cuenta de que muchas
personas se aprovechaban de su bondad. Y es que jamás he conocido a una persona
tan transparente, sincera y buena.
Lo da todo, TODO.
Cuando alguien le pedía favores siempre estaba ahí, luego en muchas ocasiones
no eran devueltos de la misma forma, es decir, que ayudaba a gente que luego no
estaba a la altura, y cuando yo se lo recriminaba SIEMPRE me decía “No todos
somos iguales” y me lo sigue diciendo… Y que grande esta enseñanza, y que
importante ayudar a quien lo necesite sin esperar nada a cambio. Buena gente,
eso me ha enseñado mi madre. Hay que ser buena gente.
Siempre ahorradora, un solo sueldo entraba a casa y nunca faltaba de nada. Nos enseñaba a valorar las cosas y no ser caprichosas. La relación tan estrecha que tengo con mi hermana viene dada porque desde chiquititas hemos mamado la importancia de hacer piña, y ser una FAMILIA.
Los dos me
han acompañado a lo largo de mi vida en todos los momentos importantes. Siempre me
he sentido respaldada y comprendida. Sabía que se sentían orgullosos de mí, y
me esforzaba por no defraudarles porque no se lo merecían. El valor de respetar
siempre a los demás y defender a los más débiles. Os podría contar miles de
historias…
Miro atrás y
lo hago siempre con alegría y agradecimiento. Cuanto amor, comprensión y apoyo
en los malos momentos he recibido… Y cuantas cosas me dejo en el tintero por
contar. Pero no quiero alargar demasiado este post, carta o como queráis
llamarlo…
Resulta que
ahora soy madre, y mi mayor deseo es que mi hijo /os lleguen a ser tan felices
como he sido yo. La infancia marca tu vida, y a mí me ha marcado para bien. Quiero
que miren hacía atrás con orgullo, como yo. Que sean personas de bien, y que
disfruten de las pequeñas cosas valorando cada detalle. Eso que he aprendido de
mis padres… “Las cosas no llegan solas requieren esfuerzo y compromiso” “No
hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti”, y sobretodo “NUNCA DEJES DE
APRENDER”.
Ahora como
os decía, estoy viviendo una nueva etapa con ellos, la de ser Abuelos.
Veo su cara
de felicidad cuando comparten tiempo con mi hijo. Le adoran. Están disfrutando
mucho de él, y le aportan cantidad de cosas buenas. Me encanta que le trasmitan
alegría y amor, que le consientan jejeje. Están ahí para todo. Me ayudan un
montón, y no se que haría sin ellos. Dios quiera que les tenga a mi lado muchos
muchos años…Son mi vida y os aseguro que sin ellos no sería lo que soy.
¡GRACIAS POR
EXISTIR!
Os
quiero…
Emocionante...que suerte has tenido.
ResponderEliminar¡Qué carta tan bonita! Me ha emocionado de verdad y me alegra saber que existen personas así. Has tenido un ejemplo valioso de vida que sin dudas, forma parte de tu personalidad y que pasará a tu hijo , porque lo que se vive en casa ,queda en nuestras vidas .
ResponderEliminar¡Has tenido mucha suerte! Y eso es lo más valioso que puedes tener.
Hay muchos principios que intentamos transmitir a nuestros hijos , pero uno de los que más le repito es :"No le hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran" , técnicamente llamada Empatía . Para mí este principio es completo porque incluye muchos otros: Respeto, consideración, agradecimiento , ponerte en el lugar de los demás , bondad , en fin , una buena enseñanza de vida.