VISITA CON EL PEQUE AL SAFARI PARK DE MADRID

Estas vacaciones de Semana Santa han sido cortas pero especiales. Hemos disfrutado de buen tiempo y nos ha permitido salir y hacer cosas nuevas. Ya os he contado que a mi hijo le encantan los animales, y como ya conocíamos Faunia decidimos pasar el día en el Safari Madrid. Una buena elección pese a las iniciales reticencias, porque en la red había muchas opiniones que no lo ponían muy bien… que si estaba muy viejo, descuidado… A mi no me defraudó. Tenía un vago recuerdo de una excursión que hice cuando era muy pequeña con el cole, y verme allí con mi peque me emocionó mucho.

Por si os animáis a ir, os dejo en primer lugar el mapa. Está situado en ALDEA DEL FRESNO a unos 50 km de Madrid capital:

Las entradas nos costaron 16 € a cada uno (era festivo). El peque al tener 2 añitos no pagó.

Al llegar no hace falta que salgas del coche, te cobran por la ventanilla. Una vez recogidas las entradas tú eliges. Puedes hacer el recorrido de animales en libertad primero (montado en tu propio coche) o dejarlo para luego y visitar primero las instalaciones a pie.

Puedes dar de comer a los animales, y venden unas bolsas de zanahorias a 2 €. Os recomiendo coger una bolsita de casa, no ponen problema si la llevas tu mismo.

Nosotros hicimos primero el safari para ver a los animales… ¡Divertidísimo! No os imagináis como disfrutó.

Los animales se acercan a la ventanilla para que les des de comer. Impresiona verles tan cerca y los niños alucinan de tenerles ahí. Mi hijo se tiró todo el tiempo sin parar de decir MIRA! MIRA! ALLÍ MAMÁ! Y nombrando a cada uno de ellos. Hubo alguna confusión… los hipopótamos que estaban metidos en el agua, él pensó que eran cocodrilos. Los búfalos eran toros. Las llamas eran cabras, y lo más gracioso fue cuando vio a los camellos que rápidamente asoció a los reyes magos…me partía de risaJ. Le gustaron mucho los elefantes, monos y jirafas. Las cebras le daban como miedo si se acercaban. Se debió de quedar con la copla de que mordían y no se podía bajar la ventanilla para darles de comer.

Después del recorrido, que ya os digo, disfrutamos mucho, fuimos a comer. Hay kioscos y zonas donde puedes comprar comida, bebida o menús. Nosotros hicimos un picnic y el peque se portó genial. Hay zonas de sombras bajo los árboles, también mesas con sillas, y asientos en línea para ponerte donde prefieras. Hay servicios y fuentes bien localizados. Lo único que eché en falta fueron cambiadores de bebé.

Después visitamos la gruta de los cocodrilos (1,20€ por pax). Hay exhibiciones gratuitas de aves rapaces y serpientes. Nos gustó mucho la de aves (mejor que la de Faunia).

Y por último y después de jugar un ratito con la pelota en el campo, fuimos a ver el mini zoo y la zona de los mansos. Esta zona tiene cabritas y cerdos. Es muy chulo porque puedes entrar directamente con los niños y están sueltos los animales.

Les pueden dar de comer, coger…se lo pasan pipa.  Me hizo mucha gracia ver como le daba zanahorias a los cabritillos sin miedo alguno. Las cabras grandes eran otra historia, porque se le subían encima…¡que susto se llevó!

Además de esto, hay toboganes, piscina, pequeñas atracciones, paseos en pony y camello…

No se que os parecerá a vosotr@s pero mi experiencia fue positiva. Lo próximo que visitaremos ahora que es mas mayor será el ZOO. Pero no descarto repetir experiencia en el Safari.

¡Nos leemos pronto!

Besos