“Creemos lo que queremos” “Es cierto porque si”..¿En que consiste la teoría de la disonancia cognitiva?

Este post es un poco diferente al resto…tiene que ver con la psicología, pero veréis si continuáis leyendo que puede ayudaros a entender muchas cosas de vuestro día a día ¿Habéis oído hablar alguna vez de ella?

Últimamente me he propuesto ver menos TV y leer más en los ratitos que mi peque me deja. Recuerdo en la carrera que este tema me llamó especialmente la atención y ahora al volver a leer sobre ello, he pensado escribirlo para que veáis lo interesante que es…

En Psicología, la disonancia cognitiva se conoce como la tensión o incomodidad que sentimos cuando nuestras creencias no están en armonía con lo que hacemos, o cuando mantenemos simultáneamente dos ideas contradictorias. ¿No os ha pasado alguna vez...?

Por ejemplo, si normalmente votamos al partido A pero resulta que nos gusta más el programa electoral del partido B, es posible que sintamos que algo no marcha bien en nosotros… Según la teoría de la disonancia cognitiva, las personas que se ven en esta situación se ven obligadas a tomar algún tipo de medida que ayude a resolver la discrepancia entre esas creencias o conductas contradictorias. En el ejemplo del partido político, podemos optar por cambiar nuestro voto en las próximas elecciones, o bien podemos dar menos valor a los contenidos del programa del partido B (por ejemplo, recordando que en realidad pocos partidos cumplen con todo lo que prometen en sus programas). Solemos hacer más lo segundo…
Igual ocurre con la mayoría de fumadores. Entran en una contradicción... Quieren seguir fumando, aunque saben que no es bueno para su salud. Para sentirse mejor, piensan " seguramente enferme de otra cosa antes" o " aunque fume llevo una vida saludable, hago deporte, como bien..." Es una manera de autoconvencerse y dejar de sentirse mal por la contradicción que hay en su cabeza.

De la misma forma, cuando en una discusión una persona deja clara su postura, a continuación se ve obligado a dar argumentos a favor de la misma. Si no lo hiciera, se vería obligado a reconocer que la alternativa contraria también es válida, lo que entraría en contradicción con sus creencias previas, o tendría que admitir que en realidad no tiene ninguna razón para sostener tal postura, lo que entraría en contradicción con una creencia aún más importante: "soy una persona inteligente y con fundamento".

Por eso nos cuesta tanto cambiar de opinión tantas veces, o queremos creer que lo que nosotros pensamos es lo correcto. 
Resumen “Somos unos cabezotas que no damos nuestro brazo a torcer, porque nuestro cerebro está programado para ello…” Somos esclavos de nosotros mismos.
Así que cuando discutáis con vuestra pareja, hij@, madre, suegra, herma@, amigos etc,  plantearos si estáis siendo realmente objetivos o vuestro cerebro está intentando que llevéis la razón de todas todas sin dejar apertura a nuevas ideas (igual  o más validas) que contradicen lo que pensáis. 

¿Os sentís identificadas? ¡¡¡YO SI!!!