Abro un debate…
La experiencia me ha enseñado que en muchas
ocasiones trabajar rodeada mayoritariamente
de mujeres suele traer problemas…conspiraciones, envidias, traiciones…
A lo largo de mi trayectoria personal he tenido superiores de
ambos sexos. ¿Cuál ha sido el resultado? Os cuento…
Tengo claro que la calidad de un jefe no depende del sexo, sino
de la persona. Es
decir, habrá mujeres directivas estupendas y directivos nefastos, pero en mi
caso, y tras pasar por al menos 8 responsables directos he llegado a la
conclusión de que las mujeres, en la lucha por superarse, querer demostrar que
son iguales o mejores que los hombres se dejan en el camino muchas cosas…
Mi primera reacción al conocer que había ascendido una mujer al
cargo fue de alegría. Algunos de mis pensamientos eran…“Por fin han reconocido
la labor de una mujer…” “Ya está bien de machismo… ¡las mujeres al poder!” “Seguro
que reconoce más nuestra labor y empatiza con nosotras”… Y ¿qué nos encontramos
mis compañeras y yo…? Una jefa que ante la noticia de una maternidad te
responde…” ¿y eliges ahora para quedarte embarazada cuando más trabajo hay?” “Pues
yo estuve hasta el día antes de parir trabajando hasta las 22h…” “¿Y vas a
cogerte toda la baja maternal?...yo me incorporé a los dos meses y nada mas parir
ya estaba trabajando desde casa…” En fin…con semejantes comentarios ya os podéis
imaginar el panorama que nos rodea...
Alardear de lo tarde que llega a casa y cuanta dedicación tiene al
trabajo es el día a día. Es madre, y me sorprende como su escala de prioridades
no ha cambiado. En mi caso, lo tuve claro desde el principio. Mi carrera
profesional pasaba a un segundo plano en el momento que nació mi hijo.
Injusto si, pero es la realidad. Y no me arrepiento de ello. ¿Conciliar?
Si claro, es la teoría. He
tenido que pedirme reducción de jornada para poder organizar un poco mi vida y
llegar a casa a una hora decente para atender a mi hijo. Y esto ya es un
impedimento para “crecer” en tu trabajo. Directivos y directivas entienden que
las mamás con jornada reducida no estamos preparadas para ocupar puestos de
responsabilidad. La actitud que tiene mi jefa creo que es pura apariencia, y
que en el fondo no le satisface. Apenas disfruta de sus hijos, no tiene vínculos
afectivos con nadie, y se nota que no es feliz con lo que hace. YO SI. Hoy, con
esta crisis que vivimos, el trabajar se ha convertido en un lujo. Creo que su
lucha diaria por conservar el puesto y su inseguridad de pensar que tiene que
mostrar actitudes claramente masculinas, no le deja liderar un equipo en
condiciones. Malos tiempos corren para las mujeres, pero si no potenciamos
nuestras habilidades y virtudes por el hecho de ser mujeres y las escondemos,
mal vamos.
Según Fisher es innato en una mujer :“ la habilidad verbal;
capacidad para interpretar posturas, gestos, expresiones faciales y otros
signos no verbales; sensibilidad emocional; empatía; excelente sentido del
tacto, del olfato y del oído; paciencia; capacidad para pensar y hacer varias
cosas simultáneamente; una amplia visión contextual de las cosas; afición a
hacer planes a largo plazo; talento para crear redes de contacto y para
negociar; impulso maternal; preferencia por cooperar, llegar a consensos y
liderar sirviéndose de equipos igualitarios”
Ojala consiga algún día desarrollar estas habilidades femeninas y
pueda demostrar que es posible ser una buena jefa, mami y líder sin explotar a
tu equipo, utilizando la motivación para
sacar cada día lo mejor de cada uno que esté a mi cargo.
¿Cuál es vuestra experiencia?
¡¡Totalmente de acuerdo! Es una pena ver como nos pisamos entre nosotras. En mi caso, tengo un jefe y también deja mucho que desear...
ResponderEliminarA ver...soy profesora y trabajo con mas mujeres que hombres. Mi directora una mujer y un desastre... aunque hay hombres para echarles de comer aparte, en general son mas nobles que nosotras y como jefes, depende del que te toque.
ResponderEliminarGracias Virginia! Un placer que te hayas pasado por aquí. Un abrazo.
EliminarHe tenido jefes y jefas y me quedo con los hombres. Tienen menos "mala idea", no intentan ponerse como modelo de nada y a las que somos madres suelen reconocernos nuestro esfuerzo antes que menospreciar nuestros logros. Hay quién dice que es la típica envidia entre mujeres, los hombres son mucho más sanotes en ese aspecto.
ResponderEliminarEstoy contigo mamá tenazas... Gracias por compartir tu experiencia. Besos
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